domingo, 12 de julio de 2015

teatro- @@@-ENCUENTRO EN ROMA

ENCUENTRO EN ROMA DE JORGE PALANT- DIRECCION  HERMINIA JENSEZIAN
TADRON ( NICETO VEGA Y ARMENIA )
Tuve la suerte de ver a la gran ADELA GLEIJER en la segunda obra de
Teatro que ví en mi vida ( EL CIRCULO DE TIZA CAUCASIANO DE BERTOLD BRECHT) en companía del no menos grande JUAN MANUEL TENUTA, hoy infelizmente fallecido, que fuera su esposo en vida. Desde entonces ha sido una de las actrices que más he admirado y no me he perdido obra en la que actuase ella, tanto en su período de EL GALPON DE MONTEVIDEO  como en sus actuaciones fuera de la Institución, como luego –exilio mediante – en Buenos Aires. No creo que olvide fácilmente sus trabajos excepcionales en TIO VANIA DE CHEJOV, LA DAMA DEL PERRITO, LA HEREDERA…
Gleijer sigue siendo una notable actriz, capaz de proyectar hacia el exterior la vida interior de un personaje con un solo gesto, un temblor de manos , una mirada y su trabajo magistral en esta obra no hace más que reiterarlo. A su lado CONI MARINO realiza una interpretaci+on de excepcional valor y no puedo pensar en mejor elogio hacia ella que decir que es una digna compañera de reparto.
La obra en sí tiene altibajos. Madre e hija vuelven a encontrarse en Roma luego de largos años de separación y afloran las tensiones de todo lo que no se dijeron durante todos estos años. La hija, que era una periodista en un  diario de izquierda argentino, tuvo la fortuna de ser enviada a Madrid a hacer un reportaje precisamente un par de días antes de que los militares invadieran la publicación y la cerraran e hicieran desaparecer a varios de los periodistas que allí trabajaban, entre ellos la pareja de la joven que era asumidamente un  integrante de una organización de extrema izquierda.

Sola en la ciudad, sin trabajo ni papeles ni vivienda debió pasar necesidades y someterse a todo tipo de trabajos, inclusive alguno no confesable ( si bien queda la duda de si es verdad o lo dice sólo por torturar a su madre ) Hasta que las cosas parecían arreglarse con un empleo en un diario español donde conoció y se enamoró de su actual pareja, que irónicamentge siendo ella y su familia judíos , se llama Acmed y es de origen árabe. Pero la quiebra del diario nuevamente la coloca en la calle junto a su pareja, hasta que parecen conseguir salir de la crisis con un empleo en un diario de Roma con un salario modesto que les permite alquilar el pequeñísimo mono ambiente donde viven.
La madre carga sobre sus espaldas las quejas por el abandono, que no ha sabido comprender, la muerte del marido y antes que ello la infidelidad de este, que tuvo una amante estable con la cual la hija mantenía contactos.
Palant elige un estilo fragmentario con breves escenas en orden no cronológico, algunas que inclusive se repiten más de una vez con cambios importantes en los diálogos sin que se entienda que se persigue con ello, lo cual impide que el tema alcance totalmente el grado de intensidad que pudo haber tenido con otro esquema narrativo.
Pero el talento de las dos actrices justifica una escapada al TEATRO TADRON  aunque ir hasta allí dependiendo de donde uno viva puede ser un sacrificio porque es una zona muy mal servida por los colectivos.
A mi me insumió 45 mi nutos de ida y otro tanto de vuelta, amen de media hora de cola para garantizarse un buen lugar ya que como en casi todo el off los lugares no son  numerados.. O sea 2 horas de preparativos para ver una  obra de 1 hora y cuarto.

Quizás eso justifique un poco mi insatisfacción parcial con  el espectáculo, que –repito- vale la pena ver por el nivel actoral de sus dos protagonistas.




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